🤔 ¿Quién soy yo?
Una pregunta que le surgió a un vasto número de personas alguna vez en su vida. Tras largos períodos de tiempo reflexionando sobre ella, me parece que tengo una respuesta. Lo más probable es que esta sea provisional o que tenga varios pigmentos que aún no he logrado notar dentro del lienzo; sin embargo, me es práctica para mi día a día.
Me encanta sumergirme en las ficciones de los novelistas, poetas, cuentistas y dramaturgos. Pero, personalmente, creo que mi lectura está incompleta si no reflexiono sobre lo que acabo de leer—los símbolos, los personajes, los temas, los sentimientos, etc. Esta puede ser considerada una manera muy lógica e incluso pragmática de ver la literatura. Pero reflexionar sobre ella aumenta el valor y la relevancia que puede tener en nuestras vidas: el objetivo primordial de la literatura; aunque claro que podría equivocarme. No me gustan los cuentos, novelas u obras de teatro cuyo sustento sólo se encuentra en la trama. Algo similar me pasa con los poemas donde parece que el autor o autora lo escribió exclusivamente para sí mismo. Debemos mantener el balance entre un poema que sólo es inteligible para nosotros mismos, y uno donde el lector pueda captar la emoción, el sentimiento o la experiencia que queríamos expresar en él, por lo menos hasta cierto punto.
Además de leer, también ocupo gran parte de mi rutina en trabajos escolares y estudiar para exámenes. También me dedico a contemplar cuán extraño y arbitrario es el mundo una vez que no lo ves con una perspectiva racional. ¿Por qué habría de aferrarse a captar la realidad como es, cuando ya la vemos así la mayoría del tiempo?